lunes, 24 de octubre de 2011

ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada.


Vídeo publicado por el diario Gara en su página web en el que ETA anuncia "el cese definitivo de su actividad armada".

ETA anunció "cese definitivo" de su actividad armada.

Lo informó en un comunicado difundido en la edición digital del diario vasco Gara.


La organización terrorista ETA anunció hoy que "ha decidido el cese definitivo de su actividad armada", según un comunicado difundido en la edición digital del diario vasco Gara.
En una declaración, que la organización califica de "histórica", ETA expresa su "compromiso claro, firme y definitivo" de "superar la confrontación armada".

Con ese objetivo, hace "un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo" destinado a solucionar "las consecuencias del conflicto".
También hace un llamamiento a la sociedad vasca para que "se implique en este proceso de soluciones hasta construir un escenario de paz y libertad".

Mensaje. "Es tiempo de mirar al futuro con esperanza. Es tiempo también de actuar con responsabilidad y valentía", señala ETA en el texto publicado por Gara.
La banda armada alude a la conferencia celebrada el pasado lunes en la ciudad de San Sebastián con la participación de personalidades internacionales para afirmar que es "una iniciativa de gran trascendencia política" y que la resolución acordada en la misma "reúne los ingredientes para una solución integral del conflicto".

Afirma asimismo que en "Euskal Herria (País Vasco) se está abriendo un nuevo tiempo político" y que se está "ante una oportunidad histórica para dar una solución justa y democrática" al conflicto.
ETA, siglas de "Euskadi ta askatasuna" ("Patria Vasca y libertad"), fue fundada el 31 de julio de 1959 con el objetivo de buscar la independencia del País Vasco de España. En sus 50 años de actividad ha causado la muerte de casi 900 personas.

¿Qué es la ETA?


Euskadi Ta Askatasuna (expresión en euskera traducible al español como País Vasco y Libertad), conocida por sus siglas ETA, es una organización terrorista abertzale autodeclarada independentista, nacionalista vasca y marxista-leninista, que invoca la lucha armada como método para obtener sus objetivos fundamentales, prioritariamente la independencia de lo que el nacionalismo vasco denomina Euskal Herria de los estados de España y Francia. Para ello utiliza el asesinato, el secuestro y la extorsión económica tanto en España como, ocasionalmente, en Francia.

Los integrantes de ETA suelen ser llamados "etarras", un neologismo creado por la prensa española a partir del nombre de la organización y el sufijo vasco con el que se forman los gentilicios en euskera (en un primer momento, se les llamó "etistas"). En vasco, la denominación es etakideak, plural de etakide ("miembro de ETA"), si bien tal denominación no se usa en castellano.

Los miembros y partidarios de la organización suelen autodenominarse como "gudaris" (gudariak en euskera), que significa guerreros, combatientes o soldados. Era el nombre que recibían los combatientes nacionalistas vascos que lucharon contra el golpe de Estado de los sublevados durante la Guerra Civil de 1936 a 1939. El romanticismo del término proviene de que en la guerra civil la prensa afín difundió la idea de que aquellos combatientes luchaban por Euskadi.

Características

El lema de ETA es bietan jarrai («adelante en las dos», es decir, con la contundencia del hacha y la fuerza de la serpiente, en la lucha militar y en la política). Su emblema consiste en una serpiente envolviendo un hacha, y fue creado por Félix Likiniano, veterano antifranquista exiliado en Francia. Este emblema inspiró un símbolo utilizado en el sello de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación): un hacha y una serpiente con la cabeza cortada.


ETA recibe estrecha colaboración con el IRA (Ejército Republicano Irlandés) y gobiernos como Libia, Líbano y Nicaragua.

Antecedentes y orígenes


En los años cincuenta, la dictadura franquista obtuvo mayor reconocimiento internacional; así, el PNV fue desposeído de su céntrica sede en París en 1951 y Franco firmó un Concordato con la Iglesia católica en 1953, fallando la estrategia occidentalista por vías diplomáticas que durante esos años había desarrollado el PNV.
En 1952 se organizó un grupo de estudio universitario con el nombre Ekin (acometer en euskera) en Bilbao. A partir de 1953, y a través del Partido Nacionalista Vasco, el grupo tomó contacto con la organización juvenil del PNV, Euzko Gaztedi Indarra (EGI). En 1956 ambas asociaciones se fundieron, redactando una ponencia conjunta en el primer Congreso Mundial Vasco celebrado ese mismo año en París en el que apostando por el relevo generacional, diferían de las directrices del partido. Ekin organizaba charlas y cursos clandestinos sobre euskera e historia. En 1958 se vislumbraron tensiones en el interior de la asociación en confrontación con los altos dirigentes del PNV, que llevan a la expulsión de dirigentes de Ekin y que motivó la posterior escisión en el mes de mayo de ambos grupos puesto que Ekin propugnaba una estrategia de «acción directa» y actuar así como un movimiento de resistencia vasco, en una época en la que abundaban las luchas de liberación nacional en el tercer mundo, como la descolonización de Argelia.
En 1958 se constituyó Euskadi Ta Askatasuna. Inicialmente también se consideró el nombre "Aberri Ta Askatasuna" (ATA) descartándose este, puesto que esas siglas significaban "pato" en vizcaíno. Por ello José Luis Álvarez Emparanza Txillardegi propuso el nombre Euskadi Ta Askatasuna (ETA), que fue decidido en una reunión entre Benito del Valle, Julen Madariaga, Iñaki Larramendi y Txillardegi en Deva a finales de 1958. Usaron el nombre públicamente por primera vez el 31 de julio de 1959 en una carta a Jesús María Leizaola, lendakari en el exilio. El 31 de julio se celebró la festividad de San Ignacio de Loyola y ese mismo día, 64 años antes, se había fundado el PNV. En 1959 la organización tenía junta directiva colegiada formada por Eneko Irigaray, López Dorronsoro, Álvarez Emparanza Txillardegi, Benito del Valle,J. Manuel Agirre, Julen Madariaga, Alfonso Irigoien y Patxi Iturrioz.
El 18 de julio de 1961 cometieron su primera acción violenta al intentar hacer descarrilar un tren con voluntarios franquistas que viajaban a San Sebastián para conmemorar el principio de la guerra civil.
Su ideario, plasmado en su primera asamblea, celebrada en el monasterio benedictino de Belloc (Francia) en mayo de 1962, se basaba en:
  • El regeneracionismo histórico, considerando los hechos más relevantes de la historia vasca como hitos de un proceso de construcción nacional.
  • La valoración del euskara como elemento clave de la nacionalidad, en sustitución de la "raza", declarando que vasco es quien vive y trabaja en Euskadi.
  • La aconfesionalidad, rechazando explícitamente la Jerarquía de la Iglesia, cuya doctrina aceptan como referencia para la elaboración de un programa social.
  • El anticomunismo ideológico, aunque la valoren como método de acción.
  • La independencia de Euskadi, compatible con el Federalismo europeo.
En 1962, el ideólogo exiliado Federico Krutwig, bajo el pseudónimo de "Fernando Sarrailh de Ihartza", en su obra "Vasconia" define a ETA como un "Movimiento Revolucionario Vasco de Liberación Nacional, creado en la resistencia patriótica, e independiente de todo otro partido, organización u organismo."
En 1964, el ilegalizado PNV muestra su desvinculación con ETA y para ello, con el fin de desmentir ciertos rumores, declara públicamente "que la organización conocida con las siglas E.T.A. ni es núcleo activista, ni sección terrorista de nuestro partido, ni tiene con este ningún lazo de disciplina", rechazando sus métodos violentos.

Organización


Con frecuencia a ETA se la vincula con el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), formado por distintas organizaciones independentistas vascas, como los partidos y agrupaciones electorales Batasuna, Euskal Herritarrok y Herri Batasuna (ilegalizados en España), el movimiento juvenil Segi (antes Haika, antes Jarrai y Gazteria, también ilegalizados), el sindicato LAB, Gestoras Pro Amnistía (también ilegalizada) y otras, que asumen unos principios comunes, dentro de lo que llaman izquierda abertzale (ezker abertzalea eneuskera, que se traduciría como izquierda patriótica o izquierda nacionalista). Sus postulados ideológicos se resumen en la alternativa KAS. Aunque muchos miembros de organizaciones consideradas afines al MLNV no apoyan la lucha armada, la banda terrorista ejerce una influencia central como principal organización y referencia del Movimiento. En instrucciones de procesos del juez Baltasar Garzón se considera a varias de estas organizaciones y sociedades como parte de ETA. En 2005 comenzó el juicio contra varios representantes de este tipo de organizaciones, dentro del proceso 18/98 y siguientes.
Se organiza en distintos «comandos», cuyo objetivo es atentar en una zona geográfica determinada, coordinados por una dirección o «cúpula militar». Además, suelen tener redes de refugios o «casas seguras», y zulos (castellanización de "zulo", "agujero" en euskera), lugares ocultos donde suelen esconder armas y explosivos. Además, varios ex-militantes viven en países latinoamericanos autodenominándose como refugiados políticos. Entre sus miembros se distingue entre los «legales», o miembros no fichados por la policía; los «liberados», o refugiados en Francia; o los «quemados», que son los que están libres tras ser detenidos.
Muchos miembros de la organización han fallecido por diversas circunstancias, principalmente en enfrentamientos armados con la policía.


Métodos


Las tácticas intimidatorias utilizadas por ETA incluyen:
  • El atentado, utilizando generalmente el método del coche bomba, la mochila bomba o el disparo a corta distancia, conocido habitualmente como tiro en la nuca (aunque no siempre se dirige a esa parte del cuerpo).
  • La violencia de persecución en forma de amenazas anónimas, carteles y pintadas (que ha obligado a llevar escoltas a los amenazados, sobre todo en el País Vasco y Navarra).
  • La extorsión mediante el cobro del llamado por ella «impuesto revolucionario».
  • El secuestro (argumentado con frecuencia como «castigo» por no pagar el «impuesto revolucionario»).

Lleva a cabo gran parte de sus atentados en el País Vasco español y Navarra, aunque frecuentemente su actividad se extiende a otras zonas de España. En el pasado ha tenido contactos con grupos como las FARC y, especialmente, el Ejército Republicano Irlandés Provisional (IRA), y sus miembros han recibido entrenamiento en Argelia, Libia, el Líbano y Nicaragua.


Asesinatos

Desde su creación en 1968 ETA ha asesinado a 839 personas, de las cuales 527 eran civiles (el 62,8%) y 301 militares (el 35,9%). Asimismo desde 1978, año de aprobación de la actual Constitución española, y 1995, de las 623 víctimas de ese período únicamente 10 eran políticos (el 1,6%). Sin embargo, desde 1995 de los 93 asesinatos perpetrados 26 eran personalidades políticas (el 27,96%), de los cuales 16 eran concejales, 5 dirigentes o ex-dirigentes de partidos no nacionalistas y 5 cargos institucionales. De esto se observa que ETA desde mediados de los noventa apostó fuertemente por el asesinato de personajes de la vida política frente a otros sectores.



En la siguiente gráfica se observa la evolución del número de asesinatos por año desde 1968:


Un listado de asesinatos de la banda puede verse en:
  • Asesinatos de ETA entre 1968 y 1975, durante la dictadura de Francisco Franco.
  • Asesinatos cometidos por ETA desde 1975, durante la Transición y la democracia en España.
Entre personalidades célebres asesinadas por ETA se encuentran:
  • El presidente del Gobierno de la dictadura de Franco: Luis Carrero Blanco (1973).
  • Miembros del ejército español y de las fuerzas de seguridad de España y Francia, ya sean de la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Gendarmería francesa, o de policías autonómicas o locales, como la Ertzaintza o los Mossos d'Esquadra. Algunos de ellos fueron asesinados mientras servían como escoltas.
  • Parlamentarios, concejales y miembros de partidos políticos, ya sean del Partido Socialista Obrero Español como Fernando Buesa y Ernest Lluch; Unión de Centro Democrático, como Ramón Baglietto; o del Partido Popular, como Miguel Ángel Blanco, Alberto Jiménez-Becerril, Gregorio Ordóñez o Tomás Caballero.
  • Jueces y abogados, como el expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente o los magistrados del Tribunal Supremo Rafael Martínez Emperador y José Francisco Querol Lombardero.
  • Empresarios, como Javier de Ybarra y Bergé, Ignacio Uría o José Antonio Santamaría.
  • Funcionarios de prisiones y judiciales, como Máximo Casado Carrera.
  • Filósofos e intelectuales.
  • Periodistas, como José Luis López de Lacalle o Jaime Bilbao Iglesias.
  • Colectivos sociales y religiosos.
  • Ingenieros, como José María Ryan Estrada o Ángel Pascual Mugica.
  • Profesionales que trabajan para el Estado, como el cocinero Ramón Díaz García (asesinado el 26 de enero de 2001, por trabajar en la Comandancia de Marina de San Sebastián).
  • Traficantes de droga.
  • Antiguos miembros de ETA, como Dolores González Catarain Yoyes.
En atentados indiscriminados con bomba, ETA ha matado también a niños y ancianos (atentado contra el centro comercial "Hipercor" en junio de 1987 con muerte de 21 personas y 45 heridos), turistas extranjeros y familiares de objetivos terroristas, principalmente a familiares de guardias civiles que se encontraban en las casas cuartel contra las que ha atentado (casa cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987, que causó 11 víctimas, o la de Vic, el 29 de mayo de 1991, que causó la muerte de 10 personas). Generalmente avisa con antelación de los atentados con bomba contra objetivos civiles, no haciéndolo en el caso de objetivos militares. En algunas ocasiones, se han producido fallos en el sistema de avisos empleado ocasionando numerosas víctimas, como en el caso del atentado contra el citado centro comercial en el que finalmente, por sentencia judicial, se reconoció la responsabilidad del Estado por la tardanza en evacuar dicho centro al considerarse una falsa alarma, habiendo avisado ETA 35 minutos antes de producirse la trágica explosión.



ETA ha secuestrado a 77 personas y 1980 fue su año con más víctimas sumando un total de 99 asesinados. Se calcula que el perjuicio ocasionado por ETA solo en el País Vasco podría ascender entre 9.000 y 12.000 millones de euros, según estimaciones realizadas por Mikel Buesa, profesor de la Universidad Complutense, y Baltasar Garzón, juez de la Audiencia Nacional.


Apoyo social

ETA disponía de un considerable apoyo social durante el franquismo, período en que asesinó a Luis Carrero Blanco, pero la transición a la democracia y su progresiva radicalización le hicieron ir perdiendo apoyos, lo cual se hizo especialmente patente con el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, que generaría un gran rechazo en la sociedad. Su pérdida de simpatizantes fue tan grande que la plataforma Euskal Herritarrok perdió la mitad de sus votantes tras la ruptura de la tregua, volviendo a los niveles de apoyo anteriores a la misma.



Actualmente, su apoyo social es minoritario. Según el Euskobarómetro (estudio sociológico realizado por un equipo de profesores de la Universidad del País Vasco) de noviembre de 2005, más del 60% de los vascos rechazaba totalmente a ETA. Un 17% opinaba que en el pasado su violencia había estado justificada, pero en el momento de la encuesta no. Un 12% compartía sus fines, pero no sus métodos violentos. Un 3% justificaba parcialmente la acción ETA, criticando sus errores, mientras que sólo un 0,4% la apoyaba totalmente.

Los datos de este estudio en mayo de 2009 confirman la tendencia de incremento del rechazo social, pasando a ser el 64% los vascos que rechazaban totalmente a ETA. Ha bajado el 13% los que opinaban que en el pasado su violencia había estado justificada, pero en el momento de la encuesta no. Ha bajado un 10% los que compartía sus fines, pero no sus métodos violentos. Se mantiene en un 3% los que justificaban parcialmente la acción ETA, criticando sus errores, mientras que ha subido al 1% los que la apoyaban totalmente.

Desde el 2002, diversos partidos políticos y organizaciones sociales han sido ilegalizados por su vinculación a ETA.



Zapatero sobre el anuncio de ETA: Es la victoria de la democracia.



El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó hoy que el anunció de ETA del cese definitivo de su actividad armada es "la victoria de la democracia, la ley y la razón".

En una comparecencia televisada, Zapatero afirmó en su primera valoración del anuncio de la organización terrorista, que éste es el resultado del "temple y de la firmeza" con la que se comportó la sociedad española en el medio siglo de actividad de ETA y el triunfo "del Estado de derecho como único modelo de convivencia".
El jefe del Ejecutivo expresó su reconocimiento a la labor desempeñada contra la organización terrorista por los anteriores gobiernos democráticos españoles y en especial citó a los ministros de Interior de su etapa como presidente.
También rindió tributo a la actuación y sacrificio de las fuerzas de seguridad del estado, "cuya generosa labor les ha costado tantas veces su vida".
Expresó asimismo el agradecimiento a Francia por su colaboración frente a ETA, por lo que dijo "le debemos perpetúa gratitud" y citó en concreto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, de cuya colaboración dijo que "fue determinante".
El jefe del Ejecutivo español tuvo palabras también de reconocimiento para las víctimas de ETA, cuya memoria -afirmó- "nos acompañará siempre".
"La nuestra será una democracia sin terrorismo, pero no sin memoria", afirmó Zapatero en alusión a las más de 800 víctimas mortales de ETA.
La organización terrorista anunció hoy que "ha decidido el cese definitivo de su actividad armada", según un comunicado difundido en la edición digital del diario vasco Gara.
En una declaración, que la organización califica de "histórica", ETA expresa su "compromiso claro, firme y definitivo" de "superar la confrontación armada" y hace "un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo" destinado a solucionar "las consecuencias del conflicto".

La prensa francesa hegemoniza la muerte de Gadafi sobre el final de la violencia de ETA.


Cuando el 21 de febrero los aviones del ejército libio abrieron fuego contra los manifestantes rebeldes, el presidente Nicolas Sarkozy pensó que había llegado su momento de entrar en la historia. Una legislatura marcada por la política interior, la inmigración, la identidad y la crisis económica, planteaba en Libia la posibilidad de demostrar que Francia seguía siendo una "gran potencia moral" que abanderaba la lucha por los derechos del hombre en el mundo. De manera que las conversaciones del Elíseo con el Consejo Nacional de Transición libio han sido permanentes y la cobertura mediática de todo lo que ha rodeado a esta intervención hasta lamuerte de Gadafi del jueves ha sido más significativa que en otros conflictos con presencia de tropas francesas. De esta forma, el comunicado del cese definitivo de la violencia por parte de ETA no tenía ninguna posibilidad de competir con una noticia en la que entraba en juego el "orgullo nacional".

Así, la portada más sorprendente del jueves, como suele ser habitual, fue la de Libération que mostraba la fotografía del líder libio asesinado sobre un omnipresente fondo negro y con el título "El fin de un tirano". Le Monde aludía a las celebraciones de los libios tras la muerte de Gadafi y Le Figaro y Le Parisien hablaron descriptivamente del "final de Gadafi". Sobre ETA, artículos en el interior y alguna pequeña referencia en portada -como en Le Monde-, aunque siempre a la sombra del asesinato de Muamar el Gadafi.
Quizá se explica porque Francia nunca consideró la cuestión del terrorismo de ETA como algo propio. Pese a la permanente acción policial de las autoridades francesas, a la colaboración reciente entre gobiernos y a las detenciones o localizaciones de zulos y almacenes de explosivos y armas en territorio galo, el desconocimiento de la sociedad francesa hacia ETA, su trayectoria e incluso sus reivindicaciones han sido y son, en su mayoría, muy limitadas.

De esta forma, buena parte de las informaciones recogidas en los medios se redujeron a sintetizar la historia de la banda terrorista y a recoger el contenido del comunicado. Poco análisis y alguna referencia a las declaraciones del presidente Zapatero, del líder de la oposición, Mariano Rajoy, y también de Nicolas Sarkozy que celebró "la victoria de la democracia sobre la violencia" y rindió homenaje a las víctimas del terrorismo de ETA. Sarkozy, además, aprovechó para felicitar al presidente español y prometió continuar aportando un apoyo sin descanso a España "en sus esfuerzos para asegurar una paz definitiva en el País Vasco".

Son las revistas las que han analizado más profundamente la nueva situación que se abre con el final de ETA. El director de redacción del Nouvel Observateur, Claude Weill, explica en una entrevista que el final de la banda terrorista es ahora el definitivo porque ETA estaba completamente agotada financiera y militarmente. Añade también dos razones más aludiendo a la necesidad de la izquierda abertzale de potenciar la vía política para convertirse en una fuerza con peso en el Pais Vasco y apunta que el momento de este cese definitivo se produce antes de las elecciones del 20-N porque ETA considera a los socialistas como unos interlocutores "más aceptables" que los populares para entablar una discusión y abrir un proceso de paz. El semanario L'Express, por su parte, se pregunta si España podrá perdonar a ETA e incide en el "combate moral" y en el "aprendizaje a vivir juntos" que se abre entre las dos partes. Del mismo modo subraya que el comunicado de los terroristas no hablaba en ningún momento de las víctimas de la violencia de ETA.

El diario progresista Libération es probablemente el más escéptico. Habla de "alivio y amargura" tras el anuncio de ETA ya que la banda terrorista no plantea abiertamente la disolución. Al mismo tiempo, plantea las dudas de diversos sectores de la opinión pública española y pronostica un escenario "confuso" de ahora en adelante.

Desde una perspectiva más optimista, Le Monde establece que el comunicado significa el final de la lucha armada pero no política; también destaca la importancia de Bildu en las pasadas elecciones municipales y entrevista a Pierre Hazan, profesor de justicia transicional en la universidad de Ginebra. Hazan, participante en las negociaciones de los últimos meses para el final de ETA, detalla la evolución hacia el final de la violencia en los últimos años y se muestra optimista para "construir una nueva consciencia en una sociedad que estaba dividida". Le Parisien, por su parte, recuerda que la última víctima del terrorismo etarra fue un policía francés en las proximidades de París en la primavera de 2010.

La política del hexágono tampoco ha querido abstraerse y ha entrado a valorar final del terrorismo en España. No solo el presidente Sarkozy, sino especialmente aquellos políticos con orígenes españoles, han reaccionado a la noticia. Así, el socialista Manuel Valls, barcelonés de nacimiento y participante en las recientes primarias de su partido, entremezclaba en las redes sociales el final de Gadafi con el anuncio de ETA y definía la jornada del jueves como "prometedora para la democracia". La también socialista Anne Hidalgo, vicealcaldesa del ayuntamiento de París, expresó su alegría por el fin de la lucha armada y se congratuló por la victoria "de la democracia española y de la libertad". Por su parte, Max Brisson, líder de la UMP en el Consejo General de Aquitania –región que engloba el Pais Vasco francés- interpretó el anuncio como "una fecha histórica para España, para el País Vasco y, también para Francia" e integró al país galo entre los necesarios copartícipes de "las etapas de evolución hacia la paz".

A pesar de todas estas reacciones, no ha sido una semana óptima en Francia para que el cese definitivo de la violencia ETA obtuviera el impacto mediático que el acontecimiento merecía. Los ecos de la segunda vuelta de las primarias socialistas con sus posibles repercusiones electorales en 2012, las elecciones del domingo en Túnez tras la revolución, el nacimiento del bebé de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni y, fundamentalmente, la muerte de Gadafi el mismo jueves del anuncio de la banda terrorista, han confinado el final de ETA a un rincón en las portadas y a un discreto breve en los telediarios.

ETA sacó a la crisis de la campaña española.

Madrid. — Los comicios generales del 20 de noviembre serán los primeros que España celebre sin la amenaza de ETA desde el regreso de la democracia al país. Con su declaración de cese definitivo de la violencia del jueves, la organización armada ha irrumpido en la campaña electoral y ha desplazado al que hasta ahora era el tema principal y casi único del debate político: la grave crisis económica que golpea a España.

"Estamos muy cerca de unas elecciones y le va a corresponder al nuevo gobierno afrontar la situación derivada del anuncio" de ETA, manifestó José Blanco, portavoz del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. "Estamos en un nuevo tiempo y le corresponde al nuevo gobierno y al nuevo Parlamento gestionarlo". El final del terrorismo etarra ha llegado al término del último mandato de un Zapatero fuertemente golpeado por la gestión que ha hecho de la crisis económica y justo un mes antes de la cita con las urnas, en las que todas las encuestas apuntan hasta el momento una gran victoria del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy.
Figura clave. En este contexto cobra especial relevancia la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba. Al candidato socialista para los comicios de noviembre se le atribuye gran parte del debilitamiento que ETA ha sufrido en los últimos tiempos y que ha contribuido al anuncio del final de su actividad armada. Los cinco años (2006-2011) en los que estuvo al frente del Ministerio del Interior han sido los peores para la organización separatista, cuya cúpula fue descabezada varias veces.
La pregunta es si el final del terrorismo anunciado por ETA influirá en unas elecciones en las que Rajoy está llamado a convertirse en el nuevo presidente del gobierno y el Partido Socialista (PSOE) a sufrir uno de los peores resultados electorales de su historia, si no el peor. Por la gran ventaja que el PP saca al PSOE en los sondeos, parece improbable un vuelco electoral. Pero quizá sirva a los socialistas para recortar esa distancia.
Al menos hasta ahora, ni Zapatero ni Rubalcaba han sacado pecho tras el anuncio de ETA. Es más, el jefe del Ejecutivo socialista atribuyó el mérito a todos los gobiernos que ha tenido la España democrática y reconoció también la labor de todos los ministros del Interior. Ru balcaba, que aseguró que la noche del anuncio del final de la violencia durmió "poco" y lloró "mucho", cuenta con una dilatada dedicación a la lucha contra el terrorismo. Durante el gobierno del conservador José María Aznar fue el interlocutor del PSOE sobre este tema. Ya con Zapatero en el Ejecutivo dirigió el proceso de diálogo con ETA sin formar parte del gobierno. Y después, como ministro del Interior, gestionó una política de dureza con ETA.
El debate. El próximo 7 de noviembre, Rajoy y Rubalcaba se enfrentarán en el único debate electoral televisado de la campaña para los comicios. Y entonces se verá si en un cara a cara Rubalcaba utiliza esa baza frente al presidente del PP, que tanto azotó en el pasado al Ejecutivo socialista por su política antiterrorista. Zapatero dedicó gran parte de su mandato a intentar terminar con ETA, empeñando al hacerlo su propia reputación. Durante su primer gobierno abrió un diálogo con ETA por el que tuvo que pagar un alto precio político, sobre todo por las arremetidas del PP de Rajoy. En su segunda legislatura firmó un nuevo pacto antiterrorista con el PP, con el que se consiguió rebajar la crispación política de los años anteriores en torno al tema de ETA.
Zapatero "me prometió que iba a tratar de acabar con el terrorismo e implantar la paz en Euskadi si llegaba al gobierno. Junto a muchos otros, lo ha conseguido", manifestó el diputado socialista Eduardo Madina, quien sufrió la explosión de una bomba de ETA en su coche en 2002. El PSOE podría estar empezando a sacar pecho.